lunes, 24 de junio de 2013

Santo Orgasmo






"Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego.
Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas.
Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios.
Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios.
No es dolor corporal sino espiritual aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aún harto.
Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo al su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento"

Santa Teresa de Ávila
El Libro de La vida Cap. 29
Inspiración para la creación de la estatua Éxtasis de Santa Teresa de Gian Lorenzo Bernini.

No hay comentarios:

Publicar un comentario